martes, 17 de febrero de 2015

LAS BONDADES DEL AJEDREZ EN EL AULA


             




   De todos son conocidas las ventajas que tiene la  práctica del ajedrez.
    Si hacemos un breve repaso a su historia, observamos que el primer indicio que se tiene hasta la fecha de una forma de ajedrez, data del siglo VI d.C. y fue descubierto en la India bajo el nombre de "Chaturanga". Los persas adoptaron el juego y a ellos debemos gran parte de su actual nomenglatura. Cabe destacar que la expresión "Jaque Mate" deriva de la palabra persa SHAH MAT ( el rey está muerto).


    Asimismo, los árabes fueron quienes difundieron el ajedrez a lo largo de la costa norte de África y en la Península Ibérica entre los siglos VIII y X d.C. Fue en esta época cuando el juego adoptó la temática caballeresca medieval (por ejemplo el al-fil es el elefante en árabe y eso representaba su figura con anterioridad). Alfonso X destaca en el Libro de axedrez et dados et tablas que el juego hace bien al cuerpo y al espíritu y le confiere rango de "juego de reyes y gente noble e inteligente".

       Mucho ha llovido desde los tiempos del Rey Sabio pero en nuestros días aún se ponderan más los beneficios de su práctica . Leontxo García, periodista especializado en ajedrez, en su libro Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas , nos recuerda algunas de ellas. El siguiente vídeo es una pequeña muestra.



       En un  artículo publicado recientemente en "El País" por Jaime Rubio Hancock , en concreto el pasado jueves 12 de febrero,  se destaca cómo los partidos políticos se han puesto de acuerdo para que el ajedrez se convierta en una asignatura en la escuela. 
       
      La idea no es nueva. Son muchos los países en los que se imparte como asignatura. En España , en un colegio de Vallecas llevan ya casi dos décadas con una sesión semanal de media hora de ajedrez incluida en la asignatura de Educación Física. La  iniciativa, la creatividad a la hora de las jugadas, la   toma de decisiones son muy beneficiosas para asignaturas como las Matemáticas y podrían contribuir a luchar contra el fracaso escolar.


    Ojalá , y aunque sea una excepción, los partidos políticos lleguen a un  consenso, algo tan necesitado y tan poco habitual en temas de educación y que , al menos esta vez, sí pueda jugarse la partida en las aulas.